viernes, 9 de agosto de 2019

1 Krabi


Yo no sé que entendéis vosotros por unas vacaciones. Vale que yo no soy de pulserita y resort. Vale que no me importa madrugar para ver cosas y que lo hacemos a menudo si la salida del sol lo vale. Pero ya está bien. Entre selva, caminata, natación... no puedo con mi alma. ¿Qué será lo próximo, una excursión en kayak? Joder, pues sí.

Lo peor no es remar, aunque mis más de 100 kilos cuestan de empujar. Ingrid además colabora como una jabata y empuja más que yo. Lo malo es la postura, que yo no tengo flexibilidad ninguna y aguanto a base de tirar de lumbar. Lo de ahogarme si volcamos ya ni me importa.


El recorrido se realiza por un río que a estas horas cubre poco, cosas de la marea, así que incluso pienso en ponerme de pie e ir en plan gondolero. Una mierda me voy a poner yo de pie en este trozo de plástico para que vuelque.

El paisaje es precioso a pesar de las aguas de color "gos quan fuig". Precioso y grande. ¿Hasta donde dices que tenemos que ir?


Para no haberlo hecho nunca, Ingrid y yo nos compenetramos estupendamente remando. Los laterales son manglares en los que podemos ver monos. Marc seguro que sabe decir si son monos, simios, orangutanes, chimpancés u homo erectus. Nos mantenemos a distancia prudencial, no porque nos ataquen, sino porque se quieran subir a por comida y nos desestabilicen. Estoy yo como para nadar...


Paramos en una pequeña lengua de tierra que hay y nos quedamos maravillados con los cientos de mini cangrejos que hay. Se ocultan en unos minúsculos agujeros que hacen en la arena y salen cuando no hay movimiento, blandiendo su pinza derecha descomunalmente grande. Hay tantos moviendo la pinza en alto que parece un concierto de rock.

Conseguimos llegar al punto de partida. De verdad que pensaba que no iba a ser capaz. Mis riñones no volverán a dirigirme la palabra hasta navidad.

A la noche volvemos a la playa, pero a un punto diferente. Ayer estábamos pasado esa montañita que se ve a la izquierda de la foto. En esta, el mar se retira por la marea muy adentro y es una gozada caminar por la arena y ver el reflejo del cielo en la arena húmeda.


Aquí hay miles de cangrejos. MILES. Pequeñísimos, eso sí, pero en cada palmo de arena hay tres o cuatro agujeritos y se les ves sacando bolitas de arena para esconderse. Yo me encuentro esta cangrejita que tampoco está nada mal...


La puesta de sol... el reflejo en la arena.... es un buen sitio para hacer fotos, aunque sea con el móvil!


Para cenar, nos vamos a un night market de por aquí, donde hay la típica comida tailandesa y ... TORRENOS!!! A ver si vamos a tener un problema..... con los torrenos no se juega!
Por si acaso, decido no probarlos. Hay que irse despidiendo de los fideos pad thai, que ahora estoy harto pero los echaremos de menos.


¿Qué como se hacen los pad thai? Bueno, pues aquí os lo enseño. Lo que más me sorprendió es que apenas echan agua para los fideos...



1 comentario:

  1. Caram quin "cranc" més estrany, s'assembla molt a la Íngrid. hahahaha.

    Els fideus semblen prou bons... si no fos perquè n'heu menjat un munt ja, hehehe.

    Ramon

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